miércoles, 20 de agosto de 2014

Conoce como "curar" una resaca ("guayabo", cruda)

La respuesta a esta pregunta parece ser la más simple: tenemos resaca porque tomamos demasiado alcohol la noche anterior. Sin embargo, no es tan sencillo, las explicaciones científicas para la resaca son un poco más complejas. Puede ser interesante entender un poco más sobre cómo reacciona nuestro cuerpo, para encontrar formas de no sufrir tanto luego de una noche de fiesta.

¿Qué sucede cuando tomamos alcohol?

El ingrediente activo del alcohol es el etanol, una sustancia que para el organismo no es natural. Nuestro cerebro es el primero en verse afectado ya que el etanol reduce la función del neurotransmisor excitatorio. Por éste motivo es que el alcohol se considera una droga depresora del sistema nervioso central.

El principal efecto de éste proceso es que las neuronas trabajan de forma mucho más lenta. Comenzamos a tener problemas para formular oraciones, mantenernos en equilibrio, y reaccionar rápidamente ante situaciones de riesgo.

Además, por su efecto desinhibitorio, afectará la toma de decisiones sencillas sobre normas sociales básicas, hasta decisiones más complejas de carácter moral. De aquí se desprende el porqué algunas personas necesitan algunos tragos para seducir a alguien o porqué otras tantas se ponen lo suficientemente agresivas como para llegar a herir gravemente a otra persona.

El resto de nuestro organismo también se verá afectado. El sistema digestivo no está preparado para procesar tanta cantidad de alcohol y rápidamente comenzará a enviarte señales de que debes eliminar esta sustancia de tu cuerpo.

Esto te lleva a la permanente necesidad de ir al baño y a sentir ganas de vomitar. Tu cuerpo también comienza a darte señales de que es necesario rehidratarte, provocándote sed y hambre, lo cual normalmente implica beber más alcohol e ingerir comida chatarra, empeorando aún más el problema.



¿Qué nos sucede al otro día?

Aunque tengamos mucho sueño y sólo queramos llegar a nuestra cama, la noche de sueño tras una borrachera será pésima. El cerebro intenta volver a su normal funcionamiento, el estómago no logra recuperarse, y los músculos no están correctamente hidratados. Es seguro que no vamos a descansar apropiadamente. Aunque creamos que dormimos como piedras y nada puede despertarnos, nuestro sueño es de mala calidad.

El principal factor de la resaca es la deshidratación. El efecto diurético del alcohol es el principal culpable. El etanol bloquea la liberación de la hormona que se encarga de que el organismo absorba el agua que necesita. Si esto sucede eliminamos el agua y no producimos la cantidad de fluidos necesaria para que nuestro cuerpo desarrolle normalmente todas sus funciones.La deshidratación nos hace sentir mareados, fatigados y agotados físicamente.

La intoxicación con alcohol irrita nuestra garganta así como las paredes del estómago que, además, no cuenta con los fluidos necesarios para recuperarse. Nuestro propio hígado comienza a producir acetaldehído -o etanal-, que es una sustancia que surge de la oxidación parcial de etanol.
Los efectos del etanal son peores que los del etanol, y nos produce náuseas, fuertes dolores de cabeza y muchas otras formas de malestar.


¿Cómo aliviar la resaca?

Bueno, la mejor resaca es la que no se tiene: para evitar la resaca, evitemos el alcohol. Pero como el consumo de alcohol es algo que está presente en casi todas las culturas, en mayor o menor medida, debemos encontrar formas de hacerlo un hábito más controlado y saludable.

El alcohol puede ser un gusto personal, una actividad social, una forma de distenderse y desinhibirse. No está mal consumir alcohol, está mal abusar de él. Y si aún ante todas las recomendaciones y advertencias abusamos de las bebidas alcohólicas, es importante conocer algunas estrategias para no padecer tanto sus efectos al día siguiente.

Lo principal es beber mucho líquido, evitando todo tipo de bebidas gaseosas y, por supuesto, alcohólicas. Lo ideal es consumir gran cantidad de agua mineral sin gas y muchas frutas y verduras que nos aporten líquido. Además se recomienda no fumar mientras sufrimos una resaca, pero no hay una explicación comprobada para ésto.

También es importante descansar apropiadamente, lo cual no implica dormir 20 horas de corrido. Se recomienda no realizar grandes esfuerzos físicos luego de una intoxicación con alcohol, ya que el cuerpo no tiene los fluidos y nutrientes suficientes. En lo posible, lo mejor es hacer varias horas de reposo.

Cada persona se emborracha de diferente forma y con distintos tipos de bebida, por lo tanto cada resaca es distinta. Cada uno verá cuál es su umbral de tolerancia al alcohol y cuáles estrategias le dan más resultado ante la resaca.

Nadie se convierte en alcohólico por una noche de borrachera, ni nadie morirá por una resaca. Pero lo cierto es que el abuso de éste tipo de bebidas es algo muy agresivo y ello tiene un alto costo para todo el organismo.

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