martes, 28 de octubre de 2014

Conoce cómo superar el Remordimiento

No existe tal cosa como una vida sin arrepentimientos. Sin embargo, estos pueden convertirse en cargas que interfieren con tu felicidad actual y restringen tu futuro o en motivación para seguir adelante. Si notas que los arrepentimientos te abruman, estos son algunos pasos que deberás seguir para hacerles frente.

Parte 1 de 3: Admitir tu arrepentimiento

a.- Determina el verdadero significado de tu arrepentimiento. Este paso es doloroso a nivel mental, pero necesario. ¿Te arrepientes de algo que hiciste o que no hiciste? ¿De algo que alguien más hizo o no hizo? ¿De una circunstancia que está más allá de tu control? ¿Te comportaste de manera inadecuada frente a una situación? Responder a estas preguntas puede descartar cualquier confusión que puedas sentir. Es importante distanciarte de estos sentimientos e identificar exactamente en qué punto se encuentra tu arrepentimiento.

b.- Admite para ti mismo las razones por las que ocurrió lo que te provoca el arrepentimiento. Si sientes que podrías haberlo hecho mejor, recuerda lo que no te permitió hacer lo correcto. Por ejemplo, la presión laboral y las limitaciones de salud, la presión por parte de otras personas, tu incapacidad para expresar tu opinión con claridad, etc. Depende de ti liberar tu mente.

c.- Habla con un amigo y ve cómo se siente con respecto a ti ahora que te arrepientes seriamente de tus acciones.

d.- Reflexiona acerca cómo tus acciones afectan a los demás. Quizás otras personas quedaron decepcionadas contigo o dejaron de confiar en ti. Tal vez le hiciste daño a alguien sin su conocimiento. Este es otro paso doloroso, pero necesitas llevarlo a cabo para comprender lo que ocurrió.

e.- Considera las circunstancias. Si las circunstancias fueron tales que sin importar lo que hicieras, las cosas iban a terminar de la misma manera, entonces acéptalas como son. En ocasiones, el control no es el problema, por el contrario, se trata de reaccionar de la mejor manera posible. La regresión constante es solo una pérdida de tiempo y de tu potencial. La aceptación es la madre de la felicidad.
Evita culpar a otros en lugar de asumir la responsabilidad por lo que sea que hayas podido manejar mejor y en cuanto a lo que no hubiera podido cambiarse, acéptalo por lo que es. Se trata de circunstancias de la vida.
Parte 2 de 3: Solucionar las cosas de la mejor manera posible

a.- Piensa en lo que hubieras podido hacer de manera diferente. ¿Podrías haber estudiado más para ese examen?, ¿haberte esforzado más en tu trabajo?, ¿haber demostrado más respeto? Podrías pensar que este paso consiste en menospreciarte, pero notarás que funciona para ayudar a que los sentimientos negativos desparezcan.

b.- Vuélvete activo. Cambia lo que hiciste mal, sin importar lo que pueda ser. Incluso si lo que hiciste parece irreversible, aun puedes hacer una diferencia. Si fuiste grosero con alguien, conviértete de un momento a otro en la persona más agradable del mundo. Si fallaste en un examen, estudia mucho y oblígate a pasar el siguiente. Si eres perezoso en tu trabajo, esfuérzate como nunca antes. Con el tiempo, todo esa decepción que otros tuvieron desaparecerá una vez que vean al nuevo tú.
Tienes permitido cambiar; eso es en lo que consiste “un nuevo comienzo”. No solo te sorprendas cuando las personas digan “Genio y figura hasta la sepultura”. Demuéstrales que están equivocadas al mantener tu determinación a cambiar para mejor.

c.- Mantente constante. No dejes de ser genial. Si otros te recuerdan los percances del pasado, toma sus palabras como un desafío para mejorar. Sorpréndete y podrás sorprender a todos los demás. ¿Recuerdas la vez que perdiste el informe para el trabajo? Escribe el siguiente a la perfección. ¿Recuerdas la vez que te atraparon robando la casa de tu amigo? Dale un regalo sumamente generoso sin ninguna razón en especial. ¿Sigues triste por haber fallado en el examen? Hazte la promesa de obtener una calificación perfecta la próxima vez.

d.- Considera la posibilidad de pedir perdón. Si lastimaste a alguien, pídele perdón y hagan las paces. Díselo desde el fondo de tu corazón y sé auténtico. Discúlpate por cualquier daño que hayas podido causarle a otros; ¡hacerlo no te matará así que inténtalo!
Perdónate. Perdonar a otros te hará más feliz. Sé más compasivo con todos los involucrados, incluyéndote.

e.- Lidia con las relaciones tóxicas. A veces, otras personas te incitan a hacer cosas que luego te provocan un profundo arrepentimiento. ¿Estás en una relación tóxica que necesitas abordar o terminar? Lidia con ella.

f.- Ayuda a otras personas. A veces, la mejor manera de ayudarte es ayudar también a otros. Si te sientes egoísta, recuerda: ayudarás a otros y ellos apreciarán tus acciones de amabilidad. Intenta perdonarte al realizar una señal física de dolor y arrepentimiento. Podrías apoyar a los pobres, ayudar a salvar la vida silvestre o incluso consolar a personas que tengan los mismos problemas que tú. Sé creativo y no pierdas la esperanza.

Parte 3 de 3: Seguir adelante

a.- Siente aflicción por las cosas de las que te arrepientes. Cuando sientes arrepentimiento, revives la culpa, la tristeza o la ira una y otra vez. Permitirte experimentar estos sentimientos a plenitud con la intención de seguir adelante puede ayudarte a dejar de revivirlos.

b.- Admite lo que has aprendido o ganado. Cuando pienses en el arrepentimiento, redirige tus pensamientos hacia las cosas que has aprendido y las oportunidades que ahora tienes, incluso si no son lo que hubieras preferido. Siempre hay una lección que aprender, aun cuando sea dolorosa y triste. Busca esa lección y concéntrate en ella en lugar de en lo que podría haber sido.

c.- Escribe un plan o un acuerdo para ti mismo que identifique la manera en la que podrías evitar este tipo de arrepentimiento en el futuro.

d.- Recuerda todo lo bueno que has hecho. Recordar los buenos tiempos es una excelente forma de superar lo malo. Si no puedes pensar en nada, intenta con las cosas pequeñas en las que fuiste de utilidad como al ayudar a tu mama a comprar los abarrotes en la tienda o al ofrecerle tu ayuda a alguien para que mueva sus muebles. Los detalles pequeños son tan importantes como los grandes.

e.- Sigue adelante. Las personas siempre son capaces de perdonar y, si no pueden hacerlo, entonces es su culpa, no la tuya. Pronto, las personas olvidarán que hiciste una mala elección y solo apreciarán las formas en las que reparas ese daño. No te avergüences de hacer las paces. ¿Crees que las personas simplemente querrían que las dejes con esa preocupación? Ellas quieren que cambies para mejor. Recuerda que el pasado está detrás de nosotros y el futuro no existe. El presenta ya está en el pasado cuando nos damos cuenta de que es el presente. Tus arrepentimientos son lo mismo.

f.- Duerme bien durante la noche. Mientras te quedas dormido, piensa en el mañana. Será un día nuevo y un borrón y cuenta nueva. Eso es lo bueno del mañana. Siempre puedes comenzar de nuevo. Piensa en las cosas buenas que puedes hacer mañana para ayudar a otros. Cuando despiertes, no pienses en tus arrepentimientos. Si lo haces, date cuenta de lo pequeños que son en comparación a ayer. Pronto, se harán cada vez más pequeños. Todos somos magníficos, así que no dejes que esos arrepentimientos te limiten.

RECOMENDACIONES:

- Es poco probable que una carrera en enseñanza haga que tu dolor desaparezca. Intenta concentrarte en la tarea en cuestión y no tomes decisiones de las que podrías arrepentirte más adelante.

- Recuerda que a veces eres muy duro contigo mismo.

- ¡Siéntete cómodo al saber que todos hemos cometido errores muy grandes! No estás solo. Esto también pasará.

- ¡También asegúrate de perdonarte a ti y a los demás porque todos nos equivocamos!

- Piensa para ti mismo: “¿Por qué lo hice y cómo puedo evitar hacerlo de nuevo?”

- Mantén tu situación en perspectiva. Recuerda que todo lo que has hecho es completamente imperdonable, aunque pueda parecerlo así para ti.

- Utiliza el pasado como una guía, observa el presente y crea el futuro.

- Visualízate comportándote y haciendo las cosas a medida que sigues adelante y dejas tus arrepentimientos a un lado.

- Sin importar cuáles sean tus errores pasados, puedes redimirlos y usarlos para el bien si en verdad estás arrepentido. Los errores que cometiste pueden servirte como herramientas de enseñanza y así evitar que otros cometan las mismas malas elecciones y que se metan en los mismos problemas que tú. Compartir tu historia con otros puede ser muy reconfortante. Las cosas difíciles que atravesaste, aun si fueron culpa tuya, pueden ayudar a otros que han cometido errores de los que se arrepienten, puesto que puedes ser un amigo para ellos quien entenderá la manera en la que se sienten sin juzgarlos por eso.

- Hablarle a un amigo o a un familiar también puede ayudarte a identificar falacias en tu forma de pensar y a darte la oportunidad de ordenar tus pensamientos en lugar de simplemente experimentarlos desde el interior.

ADVERTENCIAS:

- No recrees el evento una y otra vez al contárselo constantemente a otros. ¡Podrías volverte “adicto” a la compasión!

- Descubrir la fuente de tu arrepentimiento pero no modificar tu comportamiento para evitar la situación en el futuro te conducirá a arrepentimientos repetitivos, posiblemente de mayor intensidad.

- No exageres el arrepentimiento. Acéptalo como es y no lo hagas más grande al obsesionarte con él.

- Si en algún punto tu arrepentimiento se convierte en una depresión severa, en abstinencia, en autolesión o en pensamientos suicidas, comunícate con un médico, psicólogo, consejero, psiquiatra, línea de apoyo, con un centro de salud mental o con alguien en quien puedas confiar completamente. ¡No estás solo!

- Si te sientes culpable o arrepentido porque alguien abusó de ti de forma física o sexual, ¡ten en cuenta que no es tu culpa! Sin embargo, asegúrate de contárselo a la policía (y a tus padres si eres joven) para que la persona que te lastimó sea detenida y así no te haga daño a ti ni a otras víctimas.

- Procura no concentrarte demasiado en ti mismo. Mientras más pienses en “ti”, menos podrás pensar en “los demás” y eso puede ser el centro de muchos problemas internalizados. Deja salir toda la tensión y enfócate en los demás.

REFERENCIAS:

- Sitio web del libro "No Regrets" – Parte de la información aquí pertenece al libro No Regrets: A Ten-Step Program for Living in the Present and Leaving the Past Behind de Hamilton Beazley.
- Artículo de Wikipedia que habla acerca de las cinco etapas del duelo
- Lee el libro "How to Stop Worrying and Start Living" de Dale Carnegie
- Serio-comic look at extreme regret therapy: "The Diaries of Fortune"
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